- El fanboy: fan de los productos de Apple, está dispuesto a comprar todos los productos que llevan una manzana. Y culpa a las compañías telefónicas del más mínimo problema (“¡esto no puede ser culpa del iPhone!”)
- El indiferente: compró su iPhone para seguir la moda, pero nunca descargó una aplicación, sólo utiliza el teléfono y ninguna otra característica. No sabe lo que tiene entre sus manos.
- El usuario compulsivo: es un superusuario que hace todo lo que el iPhone le permite hacer. Lo prueba todo, es por eso que descarga cientos de apps.
- El hombre de negocios: adicto a su BlackBerry, utiliza su iPhone para escuchar música y como iPod en el gimnasio. Pero le da igual porque su empresa paga el contrato del teléfono.
- El hacker: hizo jailbreak a su teléfono el primer día y usa de Skype para no tener que pagar suscripción. El rey de la corte!
- El usuario senior: nadie sabe por qué se compró un iPhone (o incluso un teléfono). Ni siquiera se molestó en cambiar el tono de llamada.
- El quejica: sigue quejándose del iPhone, de Steve Jobs y de Apple en general. Siempre le cuenta a todo el mundo que se pasará a Android al final el contrato de permanencia.