Es unas de las plantas que se consumen desde tiempos inmemoriales con propósitos medicinales además de como ingrediente en la cocina. Su
introducción en las cocinas occidentales no es nueva, pero sí es cada vez más utilizada y más popular por el uso que le dan los grandes chefs.
El lemon grass, también conocido como limoncillo,
citronela o citronella (su aceite), zontol o zacate de limón entre otros
nombres, es originario de la India,
muy utilizado en la cocina tailandesa y vietnamita. Se trata de una
especie herbácea rústica y perenne muy aromática, ofrece un sugerente
aroma a limón y un ligero sabor agridulce.
En nuestros mercados podemos encontrar el lemon grass fresco,
congelado, en conserva o seco, éste último es el que proporcionará
menos sabor, puedes encontrarla bajo el nombre de sereh. Si lo adquieres
fresco, puedes conservarlo en el frigorífico unos días, como no resulta
fácil encontrarlo en muchos sitios, puede ser conveniente congelarlo
bien envuelto e ir retirando lo que desees utilizar.
Del lemon grass se consume el bulbo, que es la parte
más tierna y los tallos pelados (los cinco centímetros más cercanos al
bulbo), aunque sus capas externas son muy fibrosas, pueden también
utilizarse para aromatizar caldos, pero después deben desecharse.
En recetas de cocina oriental combinado con jengibre,
ajo, chiles, cilantro, pescados, mariscos, pollo, etc., es una delicia,
proporcionando platos frescos y con sabores sutiles si se saben
utilizar las proporciones.
Con la hierba limón puedes elaborar sopas, guisos, ensaladas,
salsas o marinadas con un exótico toque cítrico que seguro te
encantará, incluso puedes disfrutarla en infusiones que, como hemos
dicho, se le otorgan propiedades curativas actuando como digestivo,
relajante, analgésico, antidepresivo, cicatrizante, expectorante, etc.