La membrana nictitante
- Para perros y gatos, la movilidad y funciones del tercer párpado es bastante reducida, pero colabora activamente en la producción de lágrima y en ciertas circunstancias puede llegar a proteger la córnea.
- Los ojos del oso polar están sometidos a una sobrecarga lumínica. La nieve y el hielo refleja la luz del sol, y el espectro más energético de la luz (como los ultravioletas) pueden producir daños severos en la visión del oso. La membrana nictitante actúa de “gafas de sol”, haciendo de filtro de las radiaciones más dañinas.
- El camello está sometido a la entrada de granos de arena en la superficie del ojo. Para un ser humano, someterse al viento del desierto supone no ver nada porque normalmente cerrará los ojos, o se expone a que le entre arena. Sin embargo, el camello cierra su tercer párpado con lo que sus delicados ojos están protegidos de la arena, y esta membrana nictitante es lo suficientemente transparente como para poder ver y orientarse.
- Muchas aves se desplazan a gran velocidad, por lo que el aire en movimiento seca rápidamente la superficie ocular. De la misma manera que un motorista utiliza protección para sus ojos, muchas aves disponen de este tercer párpado que mantiene humedecida la superficie del ojo, además de protegerlo de posibles partículas que podrían impactar a gran velocidad.
- En anfibios y reptiles también solemos encontrar membrana nictitante funcional. A veces cubre la superficie ocular cuando el animal sale fuera del agua, para mantener la correcta humidificación del ojo.