La nueva generación del iPod touch no representa un salto demasiado importante respecto a la anterior, al menos desde el punto de vista del hardware, en el que ha habido modificaciones mínimas aunque interesantes, pero si en el de software.
Si la primera generación de estos reproductores nos sorprendía con un grosor mínimo, que se mantiene en el iPod touch 2G, el diseño externo varía ligeramente, acercándose mucho más al del iPhone en forma, que no en color, puesto que la parte trasera continúa siendo cromada, pero ahora fabricada en acero. Esperemos que esto le sirva para rayarse menos.
Estas se centran en la creación de listas inteligentes, lo que han llamado Genius. Cuando estemos reproduciendo una canción nos aparece un botón adicional que, al pulsarlo, nos crea una lista de canciones que quedan bien con ella. Habrá que probar si estas selecciones son buenas, pero la demostración que se ha hecho en la presentación parecía funcionar muy bien y juntar canciones que realmente “pegan” una con otra.
A esto se le unen el resto de mejoras que se han hecho en el firmware 2.1, que se basan sobretodo en la resolución de problemas, que evitarán un buen número de cuelgues en las aplicaciones descargadas, y un aumento de la autonomía del reproductor.
Así, la autonomía del iPod touch 2G es ahora de 36 horas en reproducción de audio y de 6 horas en reproducción de vídeo, frente a las 22 y 5 del modelo anterior, un aumento más que considerable y que esperemos que se extienda al original al actualizar su firmware.
Los usuarios del iPod Touch de segunda generación se van a alegrar de saber que el próximo firmware 3.0 permite usar el chip Bluetooth de dicho reproductor. Aquellos que se han atrevido a instalar el firmware 3.0 en su fase beta han descubierto con alegría como este se activaba.
Una vez activado es detectado por el Mac como otro dispositivo más, abriendo las puertas a los auriculares sin cables, a la tecnología voz bajo IP y a la sincronízación sin cables, sin olvidar el intercambio de archivos directamente entre terminales. Lo que me parece un abuso es que sus usuarios tengan que pagar por cada nuevo firmware que aparece cuando esto no sucede en los propietarios de un iPhone.
Muchos optarán por no pagar por dicha actualización y les entiendo, es como si te compras un vehículo con ABS y tienes que pagar un suplemento al fabricante para que estos funcionen en caso de accidente. Lo lógico, lo coherente, lo sensato es poder usar lo que com