Instalar Windows y Linux en diferentes particiones de un mismo disco duro a veces puede dar unos cuantos dolores de cabeza, ya que a veces Windows sobrescribe el Grub y viceversa. En algunos casos pasa que solamente arranca Windows, que no es gran problema, pero hay veces que el grub no carga a ninguno de los dos y hay que levantar primero el MBR y después el GRUB. De otra forma, hay que formatear y volver a instalar todo completo.
En caso de que tan solo se haya dañado el grub y puedas entrar a Windows, una solución es repararlo con un LiveCD y restaurar el grub desde la línea de comandos. Otra forma mediante Windows es usando WinGrub con el que se puede reparar de manera rápida y fácil sin la necesidad de usar el LiveCD que en algunos casos tarda mucho en cargar.